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Emisión excesiva o mal dirigida de luz artificial en el campus —farolas que iluminan el cielo, carteles luminosos toda la noche, aulas con luces encendidas sin ocupación— que altera los ciclos naturales de flora y fauna, consume energía innecesaria y afecta el descanso. Su gestión implica instalar iluminación LED con sensores de presencia y fotocélulas, orientar focos hacia el suelo, usar tonalidades cálidas y programar apagados automáticos tras horario. En la Universidad de Cáceres ... |